QUESTION & ANSWER
I.- Workin’. Hearing and playing.

- ¿El jazz es improvisación?, ¿la improvisación es jazz?.
-- Actualmente, el término jazz puede aplicarse a una enorme cantidad de música muy distinta entre sí. En los últimos cien años, la evolución e influencia de la música afroamericana ha sido tan extraordinaria que es lógico preguntarse cuáles son los elementos esenciales del jazz. La utilización del calificativo jazz para describir la música de un concierto o un disco resulta claramente insuficiente, deberíamos añadir información sobre los músicos que intervienen y sus preferencias en la interpretación; aún así, cada concierto o disco de un mismo músico de jazz nos puede deparar grandes sorpresas, lo que suele suceder bastante a menudo. Es precisamente el factor de improvisación en su música el que plantea la diferencia entre una u otra realización.
  La improvisación resulta ser, sin duda, uno de los rasgos que caracterizan al jazz; no se trata de que la improvisación sea un complemento circunstancial de la música, lo que sucedería en toda la música popular que proviene de una tradición oral, sino de que se trata tal vez de su objetivo más importante y le brinda las posibilidades de crecimiento y desarrollo musical. Podríamos definir esta improvisación como una práctica en la que los músicos disponen de unas referencias fijadas de antemano para poder tocar durante un tiempo indefinido; la proporción entre improvisación / partitura escrita y la cantidad de material al que deba ajustarse la improvisación, marcarán diferencias importantes entre las realizaciones resultantes. En uno de esos extremos, estaría la partitura de un complejo arreglo para Big Band; en el extremo contrario, un grupo de músicos tocando open a la manera del free jazz. Dependiendo de los objetivos que esos músicos hayan pretendido, su música será más o menos previsible, homogénea o, por el contrario, sorprendente, inestable, diferenciada internamente. 
  Por otra parte, resulta evidente que no toda improvisación resulta ser música de jazz. La práctica de la improvisación es inherente a la música y a su evolución, y por supuesto también de la música occidental. En el caso de la música europea, la improvisación ha precedido en muchas ocasiones a la composición escrita y ha tenido, según el objetivo de quien la practicara, un carácter de exploración, de investigación de las posibilidades de los recursos musicales o bien ha constituido la realización de una técnica, de una destreza (como en el caso del bajo cifrado de los siglos XVII y XVIII). No podemos dejar de añadir que en el siglo XX y, coexistiendo con la rápida evolución del jazz, en Europa se incorporaron elementos de indeterminación en la composición de manera sistemática en mayor o menor medida.
  Por todo ello es necesario precisar, al hablar de improvisación en el jazz, que ésta debería desarrollarse utilizando otro rasgo que considero esencial en el jazz: la pulsación rítmica estable, aunque su percepción pueda resultar ser más o menos evidente. La fijación de un ritmo de base hace posible la improvisación grupal y, por otra parte, nos sugiere la relación del jazz con el baile (un elemento que en el folclore en general comparte protagonismo con la voz principal y su acompañamiento instrumental). En el estilo free jazz se elige potenciar la improvisación grupal en detrimento del mantenimiento del ritmo de base mantenido y cadencial, así como de otros elementos (que consideraría secundarios y no esenciales) como el melódico-temático o el armónico, lo que conlleva llegar a los límites de la evolución del jazz.  
  Mi planteamiento personal ante la improvisación no puede ser más que el resultado de mis experiencias musicales y preferencias, influenciado enormemente por mi instrumento que es el piano. Aunque sea siempre así en todos los casos no por ello deberíamos ignorarlo: es una opción modificar esos parámetros, lo que implicaría resultados diferentes. En la improvisación intento conscientemente sacar el máximo partido del elemento melódico-temático y de la textura, mi objetivo en la improvisación podría resumirse en producir extensas líneas melódicas que se mueven entre varios planos sonoros procurando que no resulte evidente su estructura formal y creando expectativas crecientes de culminación. Todo ello es consecuencia del análisis y audición de grandes improvisadores como John Coltrane, Keith Jarrett, Pat Metheny, Michael Brecker o Michel Petrucciani, y también de mi trabajo en la composición escrita. El resultado musical no estoy seguro de que pueda calificarse como de jazz, se trata del  desarrollo mediante la improvisación de estructuras especialmente concebidas para ello sin pretender una vinculación con referentes estéticos propios de la tradición afroamericana. Esto ocurre especialmente cuando los temas son originales, evidentemente cuando llevo a cabo la versión de un standard o un blues no puedo ignorar el contenido que estas piezas arrastran consigo y surgen entonces referencias a la dilatada historia del lenguaje del jazz 

- ¿Cuáles son las diferencias entre composición escrita y música improvisada? ¿Existe una vinculación entre la manera de escribir y el modo de improvisar?
-- La composición escrita supone la posibilidad de la planificación exhaustiva de los materiales a utilizar, el cálculo de las proporciones, el uso de notación musical permite la superposición hasta el infinito y su modificación posterior. En consecuencia, la partitura tiende a la complejidad y también a perdurar, pudiendo ser interpretada una y otra vez.
    Por el contrario, la improvisación es efímera, irrepetible y, aunque alguno de sus elementos pueda poseer una gran complejidad, tiende globalmente a la simplicidad. Me refiero a que una línea melódica o la superposición de varias líneas puede resultar compleja, pero al mismo tiempo para que estos elementos sean posibles, su estructura formal, el contexto dinámico, por ejemplo, serán necesariamente simples porque de lo contrario, la improvisación grupal generada no hubiera sido posible.
    Evidentemente, la composición y la improvisación poseen objetivos muy diferentes y, por tanto, su preparación y estudio deben ser distintos. Sin embargo, tanto en una práctica como en otra pueden coincidir algunos aspectos como, por ejemplo, las relaciones melódico-armónicas o la elaboración de una determinada textura.
    Personalmente, soy consciente de utilizar en la composición experiencias aprehendidas en el ejercicio de la improvisación trasladadas a la escritura (y, por tanto, sustancialmente modificadas) del mismo modo que en el momento de la improvisación reconozco la preferencia por ciertas articulaciones, efectos o superposición de sucesos como procedentes de la planificación compositiva. Para poder precisar algo más, sería necesario acudir a partituras o grabaciones donde podríamos disponer de ejemplos concretos.

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